El mundo del vallenato está de luto una vez más. Luis Aniceto Egurrola Hinojosa, reconocido compositor guajiro, falleció este lunes en Valledupar a los 60 años de edad. Egurrola, quien había sido hospitalizado hace 15 días por complicaciones pulmonares, perdió la batalla contra una neumonía en el Instituto Cardiovascular de la ciudad.
Nacido el 19 de julio de 1964 en San Juan del Cesar, Egurrola se convirtió en uno de los pilares del vallenato romántico, dejando un legado musical que trasciende generaciones. Su partida se produce apenas tres meses después de la pérdida de otro grande del género, Omar Geles, sumiendo al vallenato en un periodo de profunda reflexión sobre su herencia artística.
Carlos Bloom, mánager de Elder Dayán, fue uno de los primeros en compartir la noticia, expresando: «Lamentable noticia, la partida de otro grande de nuestra música vallenata, el maestro Luis Egurrola, innumerables éxitos deja este poeta guajiro».
La carrera de Egurrola es un testimonio de cómo la pasión puede coexistir con la profesión. Tras graduarse como arquitecto en Bogotá, decidió dar rienda suelta a su vocación por la composición musical. Esta decisión lo llevó a convertirse en uno de los compositores más respetados y prolíficos del género.
Entre sus obras más emblemáticas se encuentran:
- «Tú vas a volar», interpretada por Los Diablitos
- «Cómo te olvido», popularizada por el Binomio de Oro de América
- «Al final del Sendero», «Ilusiones», «Sin saber qué me espera» y «Ven Conmigo», todas parte del repertorio de Diomedes Díaz
Su talento no pasó desapercibido en su tierra natal, donde fue declarado Compositor del Año en dos ocasiones en el Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata de San Juan del Cesar.
La versatilidad de Egurrola se refleja en la diversidad de artistas que han interpretado sus composiciones. Además de Diomedes Díaz, figuras como Jorge Celedón, Los Gigantes del Vallenato, Farid Ortiz, Pipe Peláez, Jesús Manuel Estrada, los Hermanos Zuleta, Silvestre Dangond y Jorge Oñate han incluido sus canciones en sus repertorios. Temas como «Qué hay de ti», «Hay que querer», «Dónde están esos amores», «Lo que quieras de mí», «Soñador», «Una aventura más», «Amor de mi juventud», «El glu glu», «Alas de mil colores», «Las de los ojitos negros», «Las verdades de mi vida», «Loco paranoico» y «Después del adiós» son solo algunas de las joyas que Egurrola legó al vallenato.
La historia de Egurrola es también un relato de vocación temprana. Desde los diez años, comenzó a mostrar su talento para la creación poética, participando en su primer concurso de composición en el Festival de Música Mariana de la vereda de Los Pondores. Esta chispa creativa, nutrida en el seno de una familia musical de seis hermanos, se convertiría en la llama que iluminó el camino de muchos artistas vallenatos.
Con la partida de Luis Egurrola, el vallenato no solo pierde a un compositor excepcional, sino a un guardián de su esencia romántica. Su legado, sin embargo, seguirá resonando en cada acordeón que interprete sus melodías y en cada voz que cante sus versos, manteniendo viva la tradición del vallenato romántico que él ayudó a forjar.